domingo, 2 de septiembre de 2012

Nada del amor me produce envidia

Pocas veces, como espectador, como actor, como notero de esta página uno tiene la oportunidad de presenciar una pieza tan bien lograda. El trabajo  y el talento que requiere combinar en perfecta sincronía todos los elementos teatrales es tan grande  que encontrar una obra asi es sumamente improbable. 

Por casualidad yo ya había leído el texto y si bien me atrajo, había algunas cosas en el habla del personaje que no me cerraban. Rápidamente lo atribuí a un descuido de la dramaturgia, a un forzamiento de lo argumental en ánima del personaje. Para mi sorpresa, estaba equivocado, el texto es perfecto, sin una palabra de más, ni una de menos, la falla estaba en mis prejuicios como lector. La actriz encarna este personaje de una forma imposible de imaginar, y una vez más demuestra que la realidad efectiva es mucho más rica y poderosa que sobrevalorado imaginario.

Es difícil escribir esta nota, me siento desmerecido, creo que lo más correcto seria llenar páginas y paginas de elogios rimbombantes, sin embargo me contengo. El elogio desenfrenado es tan inmoral como la critica cruel. Entonces me digo, no, vamos a moderarnos, paremos el fanatismo. Dejo de teclear, pongo la mirada en las maderas del techo y blafhh, me acuerdo de esa voz cantarina que acaricia tangos, salta a la platea y baila gentilmente con el publico, de esa voz que cuenta historias de amor que nunca fueron con una tristeza y una ternura que te licua el alma, la amasa, la estira y te  la deja de pie aplaudiendo. Pero como si fuera poco  ¡La luz, la música, el texto, los sub textos, el vestuario, la economía, la inteligencia!

Que decir señores, realmente estoy impedido, creo imposible poder plasmar un decimo de la magia (porque cuando algo sale tan inexplicablemente bien, ahí vuelve la magia) que me transmitió la obra. La única cosa útil que puedo agregar es un rotundo VAYAN A VERLA. La sala se llena, pero lleguen media hora antes, una hora, acampen en la puerta del teatro, secuestren a la compañía y oblíguenlos a realizar una función privada, que se yo, lo que sea necesario.

Les tiro un momento que me alucinó y me confirmo que la excelencia se extendía a cada rincón de la obra. Ella es costurera, bien, no les voy a contar el argumento, pero eso, es costurera y esa ahí con su maquina de coser, cada tanto se escucha un acompañamiento y ella canta. Imagínense esto como puedan: hay un tema en que el acompañamiento parece estar echo por alfileres. Un tango de alfileres y silencios, y su voz, y esa luz tan humilde, sutil y bien puesta. Que decir, señores, que decir cuando esta todo dicho, y sobre todo, de una manera tan bella.

Releo la nota corrijo un poco, la leo de nuevo, me quede corto me digo, no explique nada. Releo, pienso, corrijo. No hay vuelta, no hay forma de no quedarse corto. Todo lo que se pueda decir esta de mas y al mismo tiempo le queda chico.

¡Que fanatismo Camilo!

Y si ¿Que queres que haga? Anda a verla asi armamos un fan club.

Ficha Artística
Texto: Santiago Loza
Actúan: María Merlino
Escenografía: Silvana Lacarra
Iluminación: Fernanda Balcells
Vestidores: Guido Lapadula
Diseño gráfico: Florencia Bauza
Asistencia de escenario: Ezequiel Baquero
Prensa: María Sureda
Producción: María Sureda
Colaboración musical: Jape Ntaca
Director musical: Sandra Baylac
Dirección: Diego Lerman

LA CARPINTERÍA
Jean Jaures 858 C.A.B.A.
Teléfonos: 4961-5092
Web: http://www.lacarpinteriateatro.com.ar
Entrada: $ 70,00 / $ 40,00 - Sábado - 18:00 hs 

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